El pasado 10 de febrero se estrenó en #0, la cadena de Movistar+, el documental ‘Not a Game’ en el que se muestra otra cara de los esports y los videojuegos y cómo estos han influído en el entorno social.

Estas son las 5 enseñanzas que podemos extraer del documental:

1. Los esports pueden ser una salida profesional

Los esports, son una industria más donde desarrollar actividades profesionales. Existen múltiples profesiones que pueden desarrollarse en los esports, desde jugadores/as de un equipo o profesores/entrenadores hasta responsables de recursos humanos o abogados/as.

2. Los videojuegos no aíslan

Al contrario de lo que la mayoría de la población cree, los videojuegos no aíslan, sino que pueden ser utilizados como un nuevo canal de comunicación que facilita la interacción de las personas a través de internet.

3. La importancia de la relación progenitores-menores-videojuegos

Los padres y madres deben esforzarse en crear un vínculo con sus hijos e hijas a través de los videojuegos ya que eso fortalece la relación paterno-filial y reduce la brecha generacional. Educar en un uso correcto de los mismos y no usarlos como simple método de entretenimiento debe ser una prioridad en la educación de los y las menores.

4. Los videojuegos pueden ser una herramienta de cambio social.

Los videojuegos online, pese a ser reflejo de los problemas de la sociedad (racismo, machismo, homofobia, etc.), pueden servir como herramienta para transformarla. Cada vez acceden personas más diversas a estos juegos, lo que resulta enriquecedor para la sociedad ya que favorece el intercambio de valores diferentes.

5. Los videojuegos son un apoyo más

Los videojuegos pueden ser un apoyo fundamental en el tratamiento de enfermedades o en diferentes situaciones complicadas. Tanto es así que a día de hoy se utilizan en el tratamiento de enfermedades en niños y jóvenes ya que resultan especialmente positivos.