Criada en una gran familia de clase trabajadora, Zeri creció rodeada de calidez, cuidado y muchas opiniones fuertes. No eran ajenos a las dificultades, ya que habían perdido a sus seres queridos a causa de los peligros de Zaun. Aun así, su comunidad era su fuerza.Desde su nacimiento, Zeri tuvo una relación única con la electricidad. Cada risa tenía una chispa, cada grito, una conmoción. La magia no era rara en Zaun, pero el encanto eléctrico de Zeri sí lo era. Cargó con sus emociones, a veces arraigadas, a veces aumentando hasta convertirse en feroces y feroces. En su adolescencia, sus vecinos sabían que era más probable que ella fuera la causa de los cortes de energía que un circuito roto. La vida en Zaun era un hermoso caos, decía su abuela, y Zeri lo encarnaba demasiado bien.No todo el mundo encontraba sus peculiaridades atractivas. Para la familia y los amigos, Zeri era un desastre adorable.

Zeri, una joven de la clase trabajadora de Zaun, canaliza su magia eléctrica para cargarse a sí misma y a su pistola hecha a medida. Su volátil poder es un reflejo de sus emociones, y sus chispas reflejan su rápido enfoque de la vida. Zeri, profundamente compasiva con los demás, lleva el amor de su familia y de su hogar a cada combate. Aunque su afán por ayudar puede resultar a veces contraproducente, Zeri cree que una verdad es cierta: defiende a tu comunidad, y ésta se levantará contigo

Para otros, ella era simplemente … un desastre. Durante arrebatos ocasionales en los que sus corrientes errantes destrozaban una farola o dos (o doce), Zeri pensó que incluso vería destellos de algo, o alguien, pero no había tiempo para detenerse. Deseó tener un mejor control de sus volátiles poderes. Su determinación estaba ahí, pero su paciencia podría haber necesitado algo de trabajo.Aún así, con cada chispa vino una oportunidad.Una noche, mientras Zeri paseaba por los mercados de Entresol, el suelo tembló debido a las excavaciones subterráneas que pronto se convirtieron en un terremoto destructivo. No perdió el tiempo pasando a toda velocidad por los edificios caídos para rescatar a las víctimas atrapadas. A medida que su mundo se desmoronaba lentamente, Zeri se convirtió en un borrón furioso. Sabía que los barones químicos tenían instalaciones mineras cercanas que se instalaron después de que afirmaron haber descubierto recursos mejor que hextech, pero lo que no revelaron fueron los riesgos de su excavación incontrolada.Cuanto más rápido se movía Zeri, más cargada se volvía. Ella prosperó bajo presión, dándose cuenta de lo que podían hacer sus poderes y cuánto significaba su vecindario para ella, incluso si no significaba nada para los barones.Una vez que el polvo se asentó, los supervivientes se reunieron para agradecer a Zeri. Debajo de su alivio estaba la ira. Zeri sabía que podría haber ahorrado más si hubiera tenido un mejor control de sí misma.Lo que consiguió Zeri seguramente llamó la atención de los barones. Sabía que no pensarían dos veces sobre a quién acudieron para llegar hasta ella, y no podía arriesgarse a que otros salieran lastimados. No otra vez. Para protegerlos de ella misma, Zeri registró los restos del desastre minero y construyó una chaqueta para contener su electricidad y desviar la mirada de los barones. Ahora podía restringir su don para proteger a los necesitados.Caminando por las calles dañadas, Zeri vio caras rotas. Las familias se apresuraron a reconstruir, y Zeri le echó la mano, haciendo todo lo que podía sin sus poderes. Pero cuanto más ayudó, más fue testigo. Los trabajadores lucharon para poner en marcha los generadores. Los padres se esforzaron por preparar comidas con los fogones rotos. Estas personas no tenían a nadie que las defendiera, y mucho menos a alguien con un don como el de ella. Sabía que su distrito, y otros como ese, nunca estaría realmente seguro si las cosas seguían como estaban. Los barones los vieron como nada más que objetos a descuidar y recursos a desangrar.Zeri sabía lo que tenía que hacer. No podía esperar al próximo “accidente” minero. Tenía que llevar la pelea a los barones.Zeri era una fuerza de una sola mujer, enviando ondas de choque a través de Zaun. Se corrió la voz de que las líneas de suministro de los barones químicos estaban siendo destruidas, con informes de “relámpagos” que caían más rápido de lo que el ojo podía ver. Enfurecidos por sus pérdidas, los barones locales formaron una alianza poco común, y su poder combinado derrotó a Zeri dondequiera que fuera. Trató de adaptarse, atacar más rápido, pero contra los infinitos recursos de los barones, no fue suficiente.Ella se retiró con su cuerpo roto y sus poderes chisporroteando. Los barones estaban unidos. Ella estaba sola.Mientras se dirigía a casa, Zeri esperaba la decepción de aquellos a quienes defraudó. Pero lo que la recibió fue su familia, amigos y personas que nunca había conocido, todos de pie para luchar contra sus opresores. De sus hogares reconstruidos surgió el coraje redescubierto. Zeri nunca se había sentido tan inspirada, sin embargo, fue ella quien las inspiró. Ella fue la chispa que encendió su fuego.Y ella ya no estaba sola. Con la ayuda de sus vecinos, la madre de Zeri le había confeccionado un rifle hecho con materiales dados por aquellos por los que luchaba Zeri: la gente del Entresol. La munición del arma eran las emociones de Zeri, su cañón conductor amplificaba sus poderes directamente de sus manos. Junto con su chaqueta, podía controlar mejor su voltaje, cargando para disparar ráfagas eléctricas precisas, o, al menos, algo precisas. Zeri miró cálidamente a su familia y a sus vecinos. Pensó que los perdería a todos en sus esfuerzos por defenderse, pero debido a que los defendió, ellos la apoyaron.Respaldada por su comunidad, Zeri lucha por aquellos que no pueden. Zaun no es perfecto, ni tampoco Zeri, pero a veces una chispa es todo lo que se necesita para cambiar el mundo.